sábado, 11 de enero de 2014


En el llano ha florecido

un espino blanco,

donde enterramos con pena

tu amor y el mío.

Quise coger  un ramillete

de sus flores olorosas,

tropecé espinas.

Contemplando las heridas,

me pregunté,

Si aquel espino blanco

no era nuestro amor florecido.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Vengo del Blog de ReltiH. (En Ancas de la Razón) y me ha encantado Tu Mágico Espacio; por lo cual, si no te importa, me hago seguidor de tan bello Rincón.
¡¡¡Ah!!!Si puedes pásate por mi blog:
http://poesiayvivencias.blogspot.com.es/
Abrazos.