En el llano
ha florecido
un espino
blanco,
donde enterramos
con pena
tu amor y
el mío.
Quise
coger un ramillete
de sus flores
olorosas,
tropecé espinas.
Contemplando
las heridas,
me
pregunté,
Si aquel
espino blanco
no era
nuestro amor florecido.
1 comentario:
Vengo del Blog de ReltiH. (En Ancas de la Razón) y me ha encantado Tu Mágico Espacio; por lo cual, si no te importa, me hago seguidor de tan bello Rincón.
¡¡¡Ah!!!Si puedes pásate por mi blog:
http://poesiayvivencias.blogspot.com.es/
Abrazos.
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