martes, 4 de agosto de 2009


¡Oh! que insignificante pereces
yo que ambiciono retratar insectos,
tu presencia silenciosa observo
suspendida en la punta de mi mano.
Con espolones como estandartes
tu figura casi transparente,
es para atesorar el fulgor
del firmamento.
Dos planetas tienes por ojos,
queriendo contar estrellas,
ver, la luna acostarse en la aurora,
al sol, bañándose en el río.
Puede que tu vida sea corta
para ti es infinita.
Suavemente, exhalo aire por el anillo de mi boca…
Vuela libre;
para inhalar la fragancia de las flores
y ver un mundo de colores.


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